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viernes, 7 de septiembre de 2018

Que dice la biblia de la homosexualidad.

¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?

Es una sorpresa para muchos descubrir  que sólo hay unos pocos pasajes en la Biblia que hacen referencia directa a la homosexualidad. Pero a pesar de su limitada mención, cuando el tema surge, la Biblia dice cosas muy importantes y claras.
Los primeros dos pasajes que mencionan directamente la homosexualidad aparecen en el Antiguo Testamento, los otros tres pasajes se encuentran en el Nuevo Testamento.
1. Genesis 19
A Sodoma se le ha asociado tanto con la conducta homosexual (y el juicio de Dios contra ello) que su nombre se ha vuelto sinónimo con ello.  Pero realmente, ¿Sodoma se trata de la sodomía?
El cuento describe como los hombres de la ciudad trataron de tener sexo forzado con dos visitas angelicales que habían venido en forma de hombres a la ciudad. En las últimas partes del Antiguo Testamento se le acusa a Sodoma de una gama de pecados: la opresión, el adulterio, las mentiras, ayudar a los criminales, la arrogancia, la autocomplacencia y la indiferencia a los pobres. Ni uno de estos menciona la conducta homosexual. Esto ha hecho cuestionar a algunas personas si en efecto hayamos inventado la homosexualidad como parte de la narrativa de Génesis, cuando en realidad el asunto verdadero era la opresión e injusticia. Pero al leer detenidamente el texto, queda claro que la homosexualidad si estaba involucrada.
Aunque la palabra hebrea “conocer” (yada) puede significar “llegar a conocer” a alguien (en vez de conocerlo sexualmente), queda claro por la agresión de la muchedumbre (además del intento espantoso de Lot de ofrecer a sus hijas como alternativa) que buscaban mucho más que un conocimiento social. Por esto, lo que pasa después: los ángeles advierten a Lot que el juicio es inminente (v.13). Ellos se han enterado de todo lo que necesitan saber. La protesta contra Sodoma queda justificada.
En el Nuevo Testamento, Judas agrega una perspicacia:
Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquéllos, inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza.(Judas 7)
Lo que pasó en Sodoma claramente pretende ser un cuento con moraleja. Judas hace claro que la falta de piedad involucraba la inmoralidad sexual. Además de castigarlos por los otros pecados, los castigaron por su pecado sexual.
Judas también resalta la perversidad de sus deseos sexuales: “practicaron vicios contra la naturaleza” (literalmente, “carne” no natural). Algunos han sugerido que esto se relaciona con el hecho de que las visitas a la ciudad fueron angélicas: anteriormente en su carta, Judas hace referencia al pecado angélico. Pero estos ángeles aparecieron como hombres, y el aullido de la muchedumbre fuera de la casa de Lot mostró la ignorancia del hecho de que eran angélicos. Sus deseos eran tener sexo con los hombres que se alojaban con Lot.
2. Levítico 18 & 20
Levítico contiene dos prohibiciones en contra a la actividad homosexual:
No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación. (Levítico 18:22)
Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte, de la cual ellos mismos serán responsables. (Levítico 20:13)
Una "abominación” muchas veces se usa para describir la idolatría, y como tal, algunos  sugieren que estos versículos no condenan el comportamiento homosexual en general, sino la prostitución del culto asociado con los templos paganos. También se reclama muy a menudo que el hecho de que aparezcan estas prohibiciones dentro de un libro tan lleno de leyes que a ningún cristiano se les espera seguir, sugiere que no se les debería entender como leyes con pertinencia moral a largo plazo. Pero para tomar la primera objeción, el lenguaje usado no es tan especifico – se refiere a echarse con un hombre “igual que con una mujer” – o sea, en términos muy generales. Segundo, si vemos los versículos que los rodean, en cada instancia describen otras formas de pecado sexual (como el incesto, el adulterio y la bestialidad), ninguno de los cuales tiene nada que ver con los templos paganos ni con la idolatría, y los cuales entenderíamos como aplicables a los cristianos de hoy en día. Aquí se concentra en un pecado moral más que uno pagano religioso. Además, Levítico 20:13 condena a los dos partidos igualmente, otra vez sugiriendo la actividad general homosexual consensual (y no la violación homosexual ni una relación forzada).
3. Romans 1:18-32
Cambiando al Nuevo Testamento, Romanos 1 tiene mucho que decir sobre la naturaleza y el carácter del comportamiento homosexual.
La meta de Pablo en estos primeros capítulos es demostrar que el mundo entero es malvado a la vista de Dios, y por eso necesita salvación. Romanos 1:18-32 se enfoca en el mundo gentil pagano, describiendo la manera en que ha rechazado a Dios y la adopción a la idolatría y el mal. Los detalles en el pasaje pueden indicar que Pablo usa la cultura greco-romana que rodea a sus lectores como un caso ejemplar.
La sociedad gentil se enfrenta con la ira de Dios porque ha suprimido la verdad que Dios ha revelado sobre sí mismo en la creación (versículos 18-20). En los versículos que siguen, Pablo ilustra como esto pasó dando tres ejemplos de cómo lo que se ha conocido de Dios se ha intercambiado por algo más: intercambian la gloria de Dios por imágenes de criaturas (v.23); la verdad de Dios por una mentira, llegando a la idolatría completa, alabando a cosas creadas (v.25), y rechazan el conocimiento de Dios (v.28) intercambiando relaciones ‘naturales’ por unas ‘no naturales’:
Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Del mismo modo también los hombres, dejando la relación natural con la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. (Romanos 1:26-27)
Dos verdades importantes y sobrias se hacen aparentes por estos versículos:
1.     El deseo homosexual no es lo que pretendió Dios al principio. Esto no es decir que el deseo homosexual es la única cosa que Dios no pretendió! El pecado ha distorsionado todos nuestros deseos. Pero Pablo si describe el comportamiento lesbiano al igual que el hombre homosexual como: ‘no natural’. Algunos han debatido que esto se refiere a lo que es natural para la persona, entonces los que quedaría enfocado serían las personas heterosexuales tomando parte en actividad homosexual y así contraviniendo su orientación ‘natural’. Según este punto de vista, Pablo no condena todo comportamiento homosexual, sino solo lo que contraviene a las inclinaciones propias de la persona. Pero  este punto de vista no se le puede apoyar con el mismo pasaje. Las palabras por ‘natural’ y ‘contra la naturaleza’ se refieren no solamente a nuestra experiencia subjetiva de lo que se siente natural a nosotros, sino a la orientación fija de las cosas en la creación. La naturaleza que Pablo dice que contradice el comportamiento homosexual es el propósito de Dios para nosotros, revelado en la creación y reiterado a través de toda la Escritura.
La referencia de Pablo al lesbianismo al igual que a la conducta homosexual de hombres apoya la idea de condenar toda la actividad homosexual, y no solo las relaciones hombre-niño que ocurrían en la cultura romana.
La fuerza del lenguaje de Pablo aquí no debería hacernos creer que la conducta homosexual es la peor ni la única forma de comportamiento pecaminoso. Puede ser que Pablo lo resalta porque es un ejemplo particularmente vivo, y puede haber sido especialmente pertinente para sus lectores en Roma dado su contexto cultural. De todas formas ilustra algo que es verdad para todos nosotros: mientras vamos rechazando a Dios nos encontramos antojando lo que no hemos sido diseñados para hacer. Esto es tanto una verdad para las personas heterosexuales como para las personas homosexuales.
2.     Nuestros deseos distorsionados son señal de que hemos rechazado a Dios. Es importante reconocer que Pablo habla en términos sociales más que individuales. Describe lo que pasa a la cultura en su conjunto, en vez de personas particulares. La presencia del deseo para personas del mismo sexo en algunos de nosotros no es una indicativa que hemos rechazado a Dios más que otros, sino una señal que la humanidad en su conjunto lo ha hecho. No es la única señal, y en todo el mundo no hay duda de que hay más de una señal – pero es una señal.
Pablo escribe que al lado del evangelio, “la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.”  (Romanos 1:18). Aunque habrá un día “el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio” (Romanos 2:5), ya hay una expresión actual de la ira de Dios contra el pecado. Vemos la ira de Dios en esto: nos da los que queremos.
En respuesta a los intercambios que Pablo ha descrito, vemos tres instancias en las que Dios nos ha dejado vivir con las consecuencias de nuestros deseos pecaminosos. Este es su juicio de día actual contra el pecado. Pedimos una realidad sin él y él nos da un sabor de ella.
En cada caso el “rechazo” resulta en una intensificación del pecado y un colapso más extenso del comportamiento humano. Dios entrega la humanidad a la lujuria impura y conducta deshonrosa corporal (v.24), y a las pasiones deshonrosas" (v.26). El intercambio de relaciones naturales por las no naturales llega a que se entreguen a "la mente inmoral" y al auge de "todo tipo de injusticia" que Pablo desenvuelve en una lista larga de comportamiento antisociales (v.29:8-30). El pecado lleva al juicio, pero el juicio también nos lleva más al pecado.
La presencia de todos los hechos pecaminosos es un recuerdo de que vivimos en un mundo que a propósito y de todas maneras, se ha alejado de Dios y sin embargo ya experimenta un anticipo de la ira de Dios y corteja su catarata hacia el día del juicio. De nuevo, queda claro que la actividad homosexual no es el único hecho pecaminoso. Pero está en la lista de como la naturaleza humana, en su conjunto, ha cambiado lo que Dios pretendía al principio.

4. 1 Corintios 6:9-10
Pablo escribe:
¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.(1 Corintios 6:9-10)
En estos versículos Pablo describe diferentes tipos de personas que serán excluidos del Reino de Dios (a no ser que se arrepientan). Cuatro tipos se refieren al pecado sexual, y dos de ellos se refieren específicamente al comportamiento homosexual. La Versión Inglesa Revisada toma los últimos pecados y los junta como "hombres que practican la homosexualidad", mientras la NVI (en inglés) los traduce como "prostitutos y delincuentes homosexuales".
El primero de los dos términos relacionados a la homosexualidad es malakoi, que traduce literalmente como "los blandos". En la literatura clásica se le podía usar como un término peyorativo para hombres afeminados; para el miembro de la pareja más joven y pasivo en una relación pederasta (hombre-chico); y para referirse a los prostitutos (por eso la traducción de la NVI en inglés). En 1 Corintios 6 malakoi aparece en una lista describiendo tipos generales de pecados sexuales, y el contexto sugiere que Pablo a lo mejor lo usa de manera ancha para referirse a las parejas pasivas en las relaciones homosexuales, como estamos por ver.
El segundo término que Pablo usa es arsenokoitai.  Este es un compuesto de "varón" (arsen) y "relaciones" (koites, literalmente "cama"). Estas son las dos palabras usadas en la traducción al griego de Levítico 18:22 y 20:13, sugiriendo que Pablo está haciendo un vínculo entre ambos pasajes (Pablo acaba de hacer un enlace con Levítico en 1 Corintios 5, donde usando lenguaje que resuena a Levítico 18:7-8, condena la aprobación de la iglesia de un hombre viviendo con la mujer de su papá. Para Pablo, los pecados sexuales que prohíbe Levítico, quedan prohibidos para los cristianos del Nuevo Testamento). Arsenokoitai, entonces, es un término general para el sexo entre hombres, y su maridaje con malakoi indica que Pablo se dirige tanto a las parejas activas como a las pasivas en el sexo homosexual.
¿Entonces qué significa todo esto para nuestro entendimiento de la homosexualidad?
1. El pecado homosexual es serio. Pablo dice que el homosexual activo y no arrepentido (igual que con todos los pecadores activos y no arrepentidos) no entrarán en el reino de Dios. Pablo suplica a sus lectores que no se engañen acerca de este punto. Supone que habrá varios que nieguen esta enseñanza, y discutirán que algunas formas de conducta homosexual son aceptables para Dios. Pero Pablo deja claro: La conducta homosexual lleva a las personas a la destrucción. Esto es un asunto del evangelio.
2. El pecado homosexual no es único. La lista de Pablo incluye otras formas de pecado sexual (la inmoralidad sexual y el adulterio), e incluye formas no sexuales del pecado (la borrachera y el robo, por ejemplo).El pecado homosexual es sumamente serio, pero no es el único. Es malvado, pero la avaricia también lo es.
No podemos implicar que el sexo homosexual es el pecado de nuestra época.
Sí queremos lograr ser fieles a la Escritura, también debemos predicar en contra del robo, la avaricia, la borrachera, la calumnia, y la estafa a los demás, muchos de los cuales también se trivializan en nuestra sociedad, y los cuales también caracterizan a los malvados.
3. El pecado homosexual no es inevitable. Pablo sigue en versículo 11: "Y así eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios." (1 Corintios 6:11)
Estas formas de comportamiento no son apropiadas para la iglesia de Corintio precisamente porque estos comportamientos no dejaron de ser ellos. Algunos obviamente habían sido homosexuales activos. Una vez vivían así. Pero ya no. Han sido lavados, santificados y justificados; perdonados, limpiados de sus pecados, y apartados para Dios. Tienen una nueva posición y identidad frente a él.
No importa que cuan arraigado esté en el comportamiento de una persona, la conducta homosexual no es inevitable. Es posible para una persona que vivía una vida activa homosexual pero ha sido transformada por Dios. A lo mejor, las tentaciones y los sentimientos se van a quedar. El hecho de que Pablo advierta a sus lectores a no regresar a sus estilos de vida anteriores sugiere que el deseo de hacerlo continua. Pero en Cristo ya no somos quienes éramos. Los que hayan salido de un estilo de vida activamente gay necesitan entender como verse a si mismos. Lo que nos definía antes ya no nos define ahora.
5. 1 Timoteo 1:8-10
Pablo escribe:
Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos, para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina (1 Timoteo1:9-10) 1:9-10)
Otra vez usa el término arsenokoitai (traducido por la Versión Inglés Revisado como "hombres que practican la homosexualidad", como un término cubre-todo para todas las formas de conducta homosexual). También en conjunto con 1 Corintios, el sexo entre el mismo sexo se menciona entre otros pecados de ancha definición: no sexual, al igual que sexual.
Estas formas de comportamiento caracterizan a los que no son "justos" y para los cuales la Ley fue entregada, para traer a la convicción de pecado y la falta de misericordia. Todas estas prácticas contradicen "la doctrina sólida" y el evangelio. No se avienen a la vida que los cristianos ya tienen que vivir. Van en contrapelo a la nueva identidad que tenemos en Cristo.
Conclusión
Intentos de leer estos textos como cualquier otra cosa además de prohibiciones de comportamiento homosexual básicamente no funcionan. La lectura sencilla de cada pasaje es la correcta. Es la práctica homosexual en general, en vez de sólo ciertas expresiones de ella, las que se prohíben en la Escritura. Intentar demostrar otra cosa es violar los mismos pasajes.

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